No sé porqué me he alejado. De regreso a casa ya arrepentida, mis pasos marcaban la distancia de mi error mientras pisaba algunas hojas secas de primavera por el camino que cada día me lleva a su olvido. Se acercó a mí casi a traición, con la inconsciencia cómplice de las dos y ¡me besó!, me besó como si no necesitáramos cuerpos que interpretaran el deseo. Fue dulce, fue frágil, fue luz, fue diosa. No puedo ya recordar la sensación de esos maravillosos labios rozándome…me acarició el alma con ese beso que me acompañará siempre por todos los caminos de mi ser ambulante.
Comentarios
Animo que ya te falta poco.Mil besos