Vivir sobre el tablero

 

 

 

Semana agridulce por las nuevas restricciones donde pasear en el rato del desayuno buscando un banco libre para tomar el chocolate “take away” nos muestra la verdadera cara de la crisis. Locales cerrados, la mayoría definitivamente. Carteles para alquilar o vender. Mientras tanto, el centro se ha ido llenado de alumbrado navideño, como armándose de optimismo, para hacernos olvidar esta situación tan crítica. Llevo tan mal el cierre de la hostelería, que creo ver en los adornos de Reyes Católicos gambas colgadas. Quién sabe si realmente podremos disfrutar este año la Navidad como estamos acostumbrados aunque no creo que exista nadie que piense que sí. Nos irán “encerrando” para disminuir la presión de los hospitales y  nos dejarán libres para consumir por etapas y estimular algo la economía. La alternancia en los confinamientos, en sus distintos niveles, parece ser la única solución a la pandemia.

Cuando era chica, como no paraba, me torcía cada dos por tres  los tobillos sin darle ninguna importancia pero el otro día, ya muy adulta, me hice un esguince que es exactamente lo mismo pero ahora te dicen que tengas reposo, lo que me ha permitido pasar por primera vez en mucho tiempo un fin de semana sin pisar la calle y confinada en casa. Han sido sin duda los tres mejores días del año. Nunca me había sentido tan mimada y protegida. Si hay algo que me encanta y me pone, es que me masajeen los pies mientras veo  TV y este finde he devorado una serie completa ( no veo nunca series) de afortunadamente sólo siete capítulos maravillosa: Gambito de dama. Voy a esperar a que pasen unos días y se me quite el buen sabor de boca para volverla a ver. Es perfecta por todo: ambientación, guión, música, vestuario… del género “feel good” y la protagonista simplemente deliciosa y magnética que, cuando baja la mirada te eleva al cielo. De ser película, hubiera arrasado en los Oscar.

La vida es como una partida de ajedrez: en el momento que tomas la primera decisión, estás definiendo tu capacidad de sacrificio para conseguir tu objetivo.