Ausencia de esencia

 

 

Llevaba mucho tiempo sin coger mi coche. Después de arrancar y levantar la tapa para coger el mando a distancia de la cochera noté una sensación extraña, un vacío, y al instante comprendí  que algo ya no estaba. Se había evaporado totalmente la fragancia del pañuelo y aunque este permanecía cuidadosamente doblado, con su inicial visible tal y como lo colocó, ya había dejado de emocionarme ese aroma ahora inexistente.

Me da mucha tristeza comprobar lo perecederos que ya me resultan los sentimientos y la indolencia que me provoca. Debe ser cosa de la edad, de la experiencia, de los muchos revolcones que a estas alturas nos ha dado la vida, de tantos golpes que lejos de  espabilarnos, nos han terminado adormeciendo y convenciéndonos  de que los sueños nunca son comunes y por eso deambulan siempre huérfanos por laberintos de ilusiones rotas . Ya me hubiera gustado no perder ni una chispa de pasión o ilusión como otras veces, pero ahora todo se desvanece tan rápido que ni recuerdas  cómo empezó  mientras sigues encadenado historias sin principio ni fín porque irremediablemente terminan desvaneciéndose como ese perfume.

 


 

 

Comentarios

Si ha dicho que…
¡No te pongas triste Carmelita!Echa mas perfume.
Mil besos.
Melita ha dicho que…
Ea. En cuanto acabe de planchar iré a que me eche unas gotitas. Besos mil.