Despertando








Son días de mismo paisaje. Da igual la ventana, el momento o la luz. Ya hace días que dejé de pensar que era un largo sueño porque ya he despertado muchas veces y la realidad sigue ahí amenazante. No tengo miedo y debería tenerlo si yo fuese una persona sensata y normal porque, por primera vez en mi vida, veo que los muros que me encierran pueden caer de un solo soplo en cualquier momento o quedar tan desquebrajados que pueda colarme fácilmente por una ranura cuando yo lo decida. Es un hartazgo en el que empiezo a  vislumbrar el verdadero sentido de la vida:  ser libre



Comentarios

Carmen Arnaiz Verdera ha dicho que…
El verdadero sentido de la vida es en sí, la vida misma. Besos una y mil.
Melita ha dicho que…
No creo, seguiré buscando. Besos.
Carmen Arnaiz Verdera ha dicho que…
Bueno😄