Cada despertar rasgo mi piel
arrancándome esa capa de tristeza. Cada nuevo día es un retorno al quizás. Y ya
no existen dos días diferentes , siempre
es el mismo , como yo que no permuto ya
ni la mirada cansada de cada tarde que se pierde en el horizonte. Durante
algunas horas sonrío y peleo, voy y vengo sin ir hacia ninguna parte huyendo de
lo que no soy, de lo que no puedo.
Mañana, a sabiendas vencida,
rasgaré para encontrarte.
Comentarios
Mil besos