Últimamente elijo lo poco que leo
en función del peso. Huyo de libros de más de 120 páginas y siempre que no
necesite gafas; al igual que evito, conversaciones que excedan del minuto y
medio. No creo que hagan falta tantas palabras .Ya les he leído todas, ya las
he escuchado todas repetidas veces, ya las he olvidado.
Hoy tengo muchas piedras dando
vueltas en mi interior. Quizás la locura sea una ventaja a la hora de sacarle
mayor partido al corazón. ¿Por qué hemos de conformarnos con lo obvio?
Delicioso y delicado librito de
Milena Agus que acabo de devorar: Mal de
piedras
“Si no he de conocerte nunca, haz
al menos que te extrañe” T. Malick
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Mil besos