Pasa




Cada vez tengo más paciencia y curiosamente menos ganas de aguantar a la gente. Ya casi ni escucho y seguramente me lo notan pues ni me preocupo en prestar atención. Debo de estar perdiendo la fe en todo y ando encerrándome en un interior del que no estoy segura de poder volver a salir, como si no me importara ya nada de lo que sucede fuera de mí. No sé si esto es bueno o malo, el caso es que me siento mejor, más tranquila, con una quietud digna de una roca que soporta miles  de años de erosión sin temer un cambio de perfil. Veo la vida pasar como si no fuera conmigo, como si fuésemos dos líneas paralelas que nunca se rozarán pero que se miran con la indiferencia de quienes no se necesitan. Y me gusta, cada día más.


Comentarios

Nieves ha dicho que…
Y yo tambien...y entre fiebre y fiebre más lúcida estoy y más infeliz por vocación. Como castigo, a veces, me toca escuchar, sólo a veces.
Beso
N
Melita ha dicho que…
De chicas, entre fiebre y fiebre pegábamos un estirón. Aprovecha estas de ahora para estirar el alma bajo esa lucidez que dan los momentos de reflexión en soledad. Elige lo que quieras escuchar, infeliz vocacional, pues no hay mal que por bien no venga. Beso.
Laura ha dicho que…
Me suena mucho todo esto...
Y si, se vive más tranquila.
Besos
Melita ha dicho que…
Laura, no ha sido fácil. Un abrazo.
guille ha dicho que…
Lo dijeron Simon y Garfunkel: Soy una roca, soy una isla, y las rocas no lloran, y las islas no sufren.

Más o menos, escribo de memoria.
Melita ha dicho que…
No todos vamos a acabar como polvo en el viento. Saludos, Guille.