Con piel intacta





Este fin de semana (un finde agridulce aunque en lo personal y emocional ha sido excelente) me reencontré con un amor de esos del pasado y tras saludarnos y soltar el par de besos pertinentes me dijo: el otro día me acordé de ti, y me contó el porqué. Sonreí, y su rostro me pareció el más triste del mundo. La miré de tal manera que, estoy segura me leyó el pensamiento. ¿El otro día? Pobre. No creo que haya habido ni un solo día en todos estos años en el que no te hayas acordado de mí.

Mantener por desidia, pereza o debilidad cualquier agujero por el que se pueda colar en tu vida el desorden emocional, la depresión, el deterioro físico y el abandono personal es el mayor error y la mayor injusticia que podemos cometer con nosotros mismos. A veces sólo hace falta para estar bien, protegernos, hacernos inexpugnables al daño y al dolor gratuito. Leí ayer algo sobre el “síndrome de la ventana rota” y esta tarde mientras ordenaba mi casa, me di cuenta que ya vencí hace tiempo este síndrome.

Creo que el primer día que no la recordé, empecé a arreglar todo lo roto de mi vida.



Comentarios

guille ha dicho que…
estoy de acuerdo: Si algo acaba lo mejor que podemos hacer es no colocar en el centro de nuestros pensamientos el recuerdo de lo que ya no es.
Nieves ha dicho que…
Curioso el síndrome al que te refieres. Pobre del que se abandona...A màs dolor mayor so risa.
Beso, la de vocación infeliz
Melita ha dicho que…
Guille, hay que asumir los hechos y punto. Y final
Melita ha dicho que…
Pobre, infeliz vocacional. No sé porqué, pero cuanto más me mienten, más sonrio. Beso.
Si ha dicho que…
No conocía este síndrome.Siempre sorprendiéndome con tus reflexiones,Carmelita.

Mil besos.
Melita ha dicho que…
Pues que sepas que reflexionando he llegado a la conclusión de que todo síndrome tiene su refrán. Aquí sería " A perro flaco todo son pulgas".
Besos mil, mi querida Si.
Laura ha dicho que…
El síndrome de la ventana rota... Lo descubrí hace tiempo. 🙂 Besos
Melita ha dicho que…
Bueno, Laura, un día de estos escribiré sobre el síndrome del "cenizo imantado". No creo que lo conozcas. Saludos.