Creo que antes, antes de no sé cuándo,
me implicaba en muchas historias o temas que de haberlo pensado bien, casi ni
me incumbían. Asuntos de cuerpos y asuntos de almas. Tomar parte cuando no eres
quien reparte, es una opción gratuita de vivir en continuo desasosiego. Las
cosas del vivir, no dudo que son siempre
de una manera o de otra, pero siempre de una de las dos, sin término medio
cuando no cabe la mitad de un error. Posicionarte en uno de los extremos continuamente, apostando
energía y tiempo por cabezonería inútil, agota hasta el extremo de reconocer
que ni aun saliéndote con la tuya, ganas nada.
Soltar lastre, no mover ni un
dedo para dejar que la vida me lleve en este, su último soplo, hasta horizontes
donde no tenga que tomar decisiones. Mi corazón queda blindado, sin caso a
quien llame a destiempo ya, pues eliminé bisagras y cerradura sin más espera
que a este, un corazón afligido relleno de olvido, lo abran de una dura patada
que quiebre muros y sane heridas.
Cada día, amanecer, es una
despedida insistente y ya no quiero elegir.
Comentarios
pero, como buen optimista genético que soy, creo que lo mejor (para mi) esta por llegar.
Elegir es vivir. Hasta elegir no elegir es una elección.
Levantarse cada mañana es un regalo si pensamos en la enorme cantidad de gente que nunca tuvo la oportunidad de seguir haciéndolo.
Siempre pienso que hoy es el día que pasara algo que mejorara mi vida...y muchas veces sucede.
jejejeje lo de optimista genético es cierto
Continuamos
L
Un beso
Mil besos.
Yo antes también era así, ahora soy más de vive y deja vivir.
Y si necesitas algo, aquí estaré.
Besos