Perspectivas




Ayer pasé la tarde ignorando la razón. Nada de lo que pensaba debía permanecer. Obvié deseos y me impuse compromisos. El tiempo congela almas primerizas, como esas heladas de Abril a las que un Marzo alocado no teme y, yo temo ya cada mes del calendario que deshoja la nostalgia y cae perdido en pedacitos de melancolía que nunca encuentran consuelo. La perspectiva de entender, siendo o estando, como un ser que renuncia a conformarse con la evidencia, me engaña sin distinguir, si habito en la inercia de un tío vivo desbocado sin esperanza, o el mundo gira mareándome aunque mantenga los ojos cerrados, el corazón apagado y el cuerpo inmóvil. La perspectiva de estos días en que se consagran hasta los recuerdos inventados, se cuela quebradiza, entre razones escondiendo celos que huelen a piel de melocotón y saben a besos de fresa, como el hueco que habita entre tus senos y los míos al perdernos bajo el edredón. Que no sé si aún estoy entrando en tu vida o huyendo de mi alma.






Comentarios

Carmen Arnaiz Verdera ha dicho que…
Vaya! ´Te ha salido todo un poema, ¿es eso tu vida, un poema?. Triste, donde la nostalgia te supera, pareciera que vas en una constante búsqueda de algo, de alguien...Un beso.
Melita ha dicho que…
No es un poema, es una actitud de derrota, y
a la actitud, ni caso. Mejor la aptitud para ser más objetiva.
Laura ha dicho que…
Gracias por guiarme hasta aquí, te he leído y esta entrada me ha hecho recordar una sensación (o una perspectiva) vivida no hace mucho tiempo.
Te dejo un saludo.
Melita ha dicho que…
Igualmente, Laura. Un placer leerte. Chica lista.