San Anton






Curioso día y curiosa compañera de olla. Ideologías totalmente dispares y creencias definitivamente antagónicas. Las formas mías, de salvaje de atar. Las suyas, paz y amor. El fondo, la razón conmigo (siempre conmigo) y la atrevida ignorancia (dulce defecto) con ella.

La vida hace raros compañeros de cama. Yo lo tengo tan, tan claro, que sólo hace falta la oportunidad para demostrar lo fácil que se arreglan los grandes problemas porque, cuanto más grandes son, más fácil será eliminarlos. Es como esa enorme diana en la que es imposible fallar con el dardo más pequeño. Entre cervezas, vinos y gin tonic hemos diseccionado el país mientras nos tambaleábamos en unos taburetes que encogían a cada copa. 

Al final, una pregunta y una sentencia de mi cansada imaginación. En una pareja homosexual, considerando el “género” o el “rol” o el no se qué, cuando se ahostian mutuamente.. ¿Se reconoce en un juzgado quién comete delito y quién falta? ¿Es fácil  demostrar la violencia de género en estas parejas? Evidentemente, cambiar el género en un juicio sería muy fácil, y a ver quién es el listillo que demuestra quien es quien cuando el quien no quiere acabar en la cárcel.
Y la sentencia, despidiéndonos, ya harticas de tó y recordando esas mujeres que dos días antes de casarse son apaleadas pero que igualmente van ante el lo que sea, se casan,  y prometen  amor y fidelidad al que las machacó anteayer y que yo tengo que defender y por las cuales se me exige manifestarme y me dan un lacito morado…sólo se me ocurre, si fuera el juez, a toda mujer que realmente quiera proteger su vida darle la solución perfecta. Llamaría a la pareja y les haría firmar un contrato vinculante y de plena validez: al agresor, la orden de permanecer a cien metros de la víctima de malos tratos y a ella, le daría una pistola con la potestad, la libertad y la impunidad de dispararle si se acerca el denunciado a menos de diez metros (más lejos lo mismo falla). Y con todo, alguna terminaría pegándose un tiro de tanta dependencia y amor. Al menos les daría una herramienta de verdad para defender su vida. Mi compi aún debe de estar tal y como la dejé, hace una hora, retorciéndose de risa en el bus. No puedo beber, sobretodo si tocamos estos temas tan de actualidad.

Hoy San Anton. Y es que se me va la olla.

Comentarios

Carmen Arnaiz Verdera ha dicho que…
Para las resacas limón con un poco de pimienta. No lo he comprobado, no recuerdo donde lo leí. Besos.
Melita ha dicho que…
Cada vez las sufro menos. El cuerpo al final se acostumbra a todo, más a lo malo que a lo bueno, aunque eso es lo mejor. Beso.
guille ha dicho que…
Lo de la pistola y los diez metros es algo a tener en cuenta con algo de alcohol en vena.
Melita ha dicho que…
Hasta sin alcohol. Supervivencia. Sé que es una postura heavy pero como aún para este gran problema no ha encontrado una solución, pues eso.