Si hay alguna parábola en el
evangelio que no me ha gustado, ni he entendido nunca, es esta . Lucas
15:1-3, 11-32.
Si yo hubiese sido el hijo menor,
habría cogido el hatillo sin pedir nada y no me hubieran vuelto a ver el pelo
por mi casa. No sé si es que la traducción original es errónea, porque prodigar
significa disipar, despilfarrar y cosas parecidas, ya que no se entiende en el
texto que abandonara el hogar de su padre para no volver. El padre es injusto,
muy injusto cuando el hijo dilapida la herencia y con toda la cara del mundo,
va a su padre a sacarle más dinero. ¿Le recibe con los brazos abiertos y le
hace una fiesta? ¡Mecagoencasitó!. La de vueltas que le he dado a esta parábola desde que hice la comunión...No quiero alargarme en este post, no merece
la pena y estoy muy cabreada.
Miro la prensa de hoy y leo que a Cataluña, en
los mágicos PGE del plagiador, le dan un 53% más que el año anterior.¡Mecagoencasitó! Lástima de las dos hijas tontas de España,: Andalucía y Extremadura. Encima, aquí con el nuevo gobierno de la junta, nos pedirán hacernos las pruebas de adn para darnos algo.¡Ays!
Está claro que siempre obtiene
más de nosotros quien peor nos trata, como si encima nos tuviera que dar
lástima y le debiésemos un perdón que ni suplica. Pertenecemos a quien amenaza
con abandonarnos y sufrimos por los que nos desprecian.
Comentarios
Mil besos
Porque cuando el mal hijo vuelva pelao, el padre arañara de lo que al hermano le correspondiera.
Y aún encima, si se queja, es porque "se cela"
Se nota que el tal Jesucristo era hijo único.