Resaca electoral

Si Sánchez  fuese al menos la mitad de inteligente que de ambicioso, no dudaría ni un segundo en inventar cualquier excusa para aplicar el 155 mañana mismo. No tiene otro camino para mantenerse en la Moncloa si convocara elecciones.

 Los españoles estamos hartos de que nos criminalicen por llevar una banderita de España en la muñeca, porque nos gusten los toros, por colgar una cruz de nuestro cuello,  por mirar al peñón como patrioteros, por dejar a los muertos descansar en paz, por vibrar con el himno sin letra cada vez que juega la selección, por sentir orgullo por nuestro rey, por aplaudir al ver  desfilar  la cabra de la legión,  por ir a misa, por ilusionarnos con los reyes magos, por respetar el pasado, por celebrar la Semana Santa, por ser agradecidos con los cuerpos y seguridad del estado, por defender el castellano en los colegios, por echar la siesta, por dejar crecer a los niños como niños, por vivir sin tumbar los gustos de los demás y, sobretodo, estamos hartos de que una minoría pretenda hacer añicos la mejor herencia que nos dejó la transición: la Constitución. 

Así pues, tengo la duda de si el presidente okupa es sólo ambicioso o sólo rencoroso, porque lo que está claro, es que su inversión política es de migajas de pan para  hoy y hambre acumulada para mañana.

Anoche volví tarde a casa de mi domingo electoral, cansada y estresada pero…de haber tenido una botella de cava , no hubiera dudado en abrirla y brindar con la TV que me dio la mayor alegría política  de este año. Ya vislumbré algo en mi mesa.  Como se suele decir, siempre queda la esperanza.