Anoche







Esta madrugada casi desperté. Intentaba abrir los ojos en una confortable oscuridad y los párpados se negaban a ceder. Me parecían pesados, pegados. Y deseaba despertar unos segundos para comprender qué me pasaba y me fue imposible. Esta mañana, cuando conseguí desprenderme del sueño y las sábanas, me di cuenta que anoche sólo estaba buscando  un abrazo. Y no quería despertar.


Comentarios

Carmen Arnaiz Verdera ha dicho que…
Por qué en el sueño? Son mas cálidos en ellos los abrazos? La cosa es que nos damos pocos abrazos las personas, incluso en la familia. Sientes el mío? Sueña entonces, sueña, sueña...Un beso.
Melita ha dicho que…
Los sueños suelen dejarnos en evidencia por su falta de lealtad. Y sí,soy de pocos abrazos porque hay que abrir los brazos y quedo al descubierto. Ese abrazo pendiente cada vez está más cerca. Beso.