Estaba leyendo un artículo, por
cierto, muy interesante http://www.elmundo.es/opinion/2018/02/12/5a80aa4746163f61168b4622.html
cuando me ha saltado un anuncio de Lidl sobre sus huevos que ya no son de gallinas
enjauladas y explicaba la numeración que llevan estos para distinguir la
crianza. Una matrícula de caracteres alfanuméricos que te lleva a la parcela
dónde está la gallina que ni el Google Maps . Ya sabía algo sobre esto pero he
ido inmediatamente a la cocina a mirar el origen de los que tenía. Yo no voy a
comprarlos. Cada lunes, un señor llega a mi puerta donde le dejo colgada una
bolsa con la huevera y el dinero , y me deja estos allí hasta que vuelvo del
trabajo. Están buenísimos y cada vez me los selecciona más gordos ( quizás
porque en Navidad le dejé en la huevera un bombón y un mantecado). No lo he
visto nunca; cuando mi madre está aquí, ella sí le trata y las dos estamos de
acuerdo que son muy buenos, frescos y gordos. Nada que envidiar a los de mí tía
que cría ella en el cortijo con su maíz.
Y son del tipo 3: gallina enjaulada. Y me fío más, no sea que
esas que andan sueltas se lleven a la boca cualquier porquería que encuentren
en su libertad. En fín, cada día me sorprendo más de lo poco “ecologica” que
soy. Eso sí, cada domingo tengo que pelearme con el kioskero para que no me dé la prensa en una bolsa de plástico.
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