No me había parado nunca a pensarlo demasiado. Alguna vez me
he sentido presionada y como la situación no dejé que llegara a más, puse
gestos, palabras y tierra de por medio. Cuando alguien se siente con poder
sobre tí , por el motivo que sea, debe pensar que puede “comprarte”; quizás tu
cuerpo, tu lealtad, tu silencio…puede que emplee la fuerza o simplemente te pague
con un ascenso, un trabajo, joyas, dinero, fama ¡qué más da!. Cuando una mujer dice no, es que
no. Cuando calla y no denuncia inmediatamente, es cobardía o peor aún, interés en la transacción. Me cuesta
comprender porqué personas adultas (en menores evidentemente opino de otra
manera) consienten el abuso. ¿No sabemos
las mujeres defendernos en el siglo XXI?
Flaco favor han hecho, por ejemplo, actrices de hace décadas
callando. Sin saber porqué, establecieron una ruta a seguir porque si la
primera que tuvo que ceder con el productor de Hollywood hubiera dicho no y denunciado, esa
ruta se habría cerrado antes de empezar a consolidarse con el silencio y
complicidad de demasiadas personas ¿En qué papel queda el mérito y la igualdad
de oportunidades? Demasiados culpables y demasiada culpa a repartir demasiado
tarde. El daño está hecho. Muchas vidas rotas por entrar por el aro al que entraron
otras vidas antes y que pusieron un precio muy alto al triunfo. Imagino cantidad de seres
anónimos.
Si no sabemos decir no y denunciar en el momento del abuso,
estamos desprotegiendo a futuras víctimas.
Comentarios