Qué grata la idea de Tabarnia. La
independencia de la independencia . Es como si los padres del procés catalá hubiesen puesto un huevo de Fabergé. Es lo que
pasa cuando se abre un melón que
disfraza la caja de Pandora. Me temo que el tema catalán ha entrado
definitivamente en bucle y voy a tener que cambiar el destino de mis vacaciones
si quiero estar relajada pues no es momento de reencuentros que pueden
convertirse en amargos. Ya vendrán tiempos mejores.
La putada es que mirando para viajar
yo sola, sin calentarme la cabeza, me doy cuenta de que eso de “viajes para
singles” no existe. Ilusa yo, esperaba que me gestionaran una maravillosa
experiencia para mi soledad y yo y resulta que el viaje es single pero en
habitación doble sin conocer a la otra persona. ¿Quéééé?. Internet está
sobrevalorado; sus soluciones están sobrevaloradas. En fín, me jugaré a cara o
cruz el destino final entre las dos opciones más adecuadas a mis necesidades mientras
disfruto escuchando el concierto para clarinete en La mayor K622 de Mozart.
Maravilloso adagio.
Anoche soñé con un reloj. Creo que fue un presagio. Un reloj que apenas observé un par de instantes y del que se caen las horas frente a ella, consumiendo días tristes sin más compañía que una soledad compartida que la separa del resto del mundo. Inexplicablemente hoy me siento libre y no me gusta. Tendré que acostumbrarme a no esperar, como ya me he acostumbrado a adivinar que los silbidos no son suyos. Y no me gusta.
Comentarios
Para escribir siempre me ha sobrado inspiración y faltado dedicación.