Cuando era chica como mucho un día antes, TVE con Mariano
Medina nos decía el tiempo que haría al día siguiente. Ahora con esto de los
smartphones estamos todo el día mirando las previsiones 15 días antes y cuando pasan las dos semanas
desaparece la lluvia que te anunciaban o de sopetón te bajan 15 grados. Y es
que no se pueden echar cuentas, ni hacer reservas, ni elegir destinos. A ver pa dónde tiro esta semana
libre y si invito al paraguas ahora que encontré la hucha de mi primera
comunión.
No iba a escribir nada sobre la peli de ayer “Tierra firme”
porque no me gustó pero casualmente recibí al salir del cine la foto de una
amiga de mi amiga con su bebé recién nacido.
A mí el reloj biológico en esto de la maternidad afortunadamente se me cascó
quizás al nacer o de tantos culetazos que pegué intentando aprender a andar sola
y es que a los ocho meses ya dí mis primeros pasitos al tener que buscarme la
vida porque nadie quería cogerme en brazos. Son esas cosas de ser una niña
abandonada. Creo que la maternidad es algo obsoleto, una reliquia que permanece
en la parte más animal de la mujer que la convierte indudablemente en otra
persona y no para mejor. Toda la generosidad que se vuelca en el vástago se
vuelve egoísmo para todo lo demás. El amor maternofilial es raro, casi no se
debería llamar amor porque son dos seres enredados en una relación de
comensalismo donde no se necesita ser ni buena persona, ni única, ni especial para
que una madre quiera a su hijo o el hijo a la madre: condenados a entenderse y
amarse. No tienen mérito.
Cambiando de tema ( tema que no quería volver a tocar hasta
el 21-D) la estupidez independentista no tiene límites; veo de reojo, lo juro,
las noticias evitando cabrearme y a veces me pellizco porque no puede no ser
una mala pesadilla la insistente mala fe de estos visionarios. Si en menos de
cinco años en el G-8 no va a haber ningún país europeo …a qué empeñarse en
minimizar el país? Fue Comte el que dijo “la demografía es el destino”.
En fín, tras esto toca el asalto a la Constitución los
próximos meses. Están todas las hienas frotándose las manos. Yo no la tocaría
pues está demostrando que se hizo con mucha cabeza . Sólo cambiaría una cosilla
pero…antes que tocarla, mejor esterilizar al rey por si acaso.
Iba a poner musiquilla que amansa las fieras pero no he podido evitar poner un regalillo que me han hecho de Courbert.
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