Por fín el fín

Por fín llueve. Por fín la justicia se ha puesto las pilas. Por fín se percibe una etapa tranquila de recogimiento y olvido. 

A ver si es cierto eso de las reencarnaciones y en mi próxima cuarta vida puedo leer la historia de esta  España del siglo XXI con imparcialidad para entender todo lo sucedido que ya me duelen los ojos de tanto restregármelos. Es increíble que con la información y formación que se tiene ahora lo único que se sienta por ahí es a mucho inútil acomodado de lengua larga, fácil pluma y mente corta. 

Mientras llegan los comicios catalanes (¡qué ganas y qué miedo!) y para compensar la falta de padel por un tiempo, he pensado en editar mis poemillas del blog junto con algunos de mi diario preadolescente. Va a ser algo manual y con ilustraciones hechas por mí que regalaré a mis amistades. Vamos, que no creo que haga más de 20 librillos. Y los regalo porque siempre he pensado que si algo no te cuesta y no tiene suficiente calidad para echarle morro y vivir de ello, no se debe de cobrar aunque estoy segura que les podría sacar unas pelillas a estos incondicionales para pegarme un festín.

He rebuscado por dar con mis versos más indecentes y creo que este se lleva el premio. Con el dibujito va a ganar mucho.

             

             Guiño onanísta

La mano sosegada
sestea adormecida y callada
la quietud de esta tarde pausada.
Rinde cuentas atrasadas
a insomnios traviesos y desbocados,
en locos sueños dibujados
sobre el lienzo maculado
de mi lecho alborotado.
Leve, el cálido viento
a mi ventana inquieto asoma,
juguetea pueril, insolente llama
y huye y sopla y retrocede
escondiendo sus intenciones
tras visillos volubles e inocentes.
No quiero que escape a la noche,
no deseo que sin llamar regrese,
quisiera tenerte en mis brazos perdida
que volvieras a enloquecerme desearía

con tu lengua en mis labios prendida.