Los lunes que no dedico al cine acabo muy cansada y de
bajón. Espero que el curso que me viene de golf me equilibre las semanas no
cinéfilas. ¿Cómo no estrenan en ninguna sala “Handía”?.
Hastiada hasta la
médula del tema catalán del que en principio iba a escribir ahora pero que no
me apetece, de tanta cabezonería, soberbia e irresponsabilidad me tomaré unos
post sabáticos para desengancharme además de este tema, también de las últimas cuitas sentimentales.
Empeñarme en sacar agua de un pozo sin agua me rayó tanto que perdí la
perspectíva : es un error buscar algo dónde no sabes lo que hay y puede
llevarte a una valoración injusta de personas que apenas conoces. Prometo hacer
una cata previa la próxima vez para comprobar el contenido antes de empecinarme
en lo que no es…agua, petróleo, oro, carbón…amor.. Buscar por buscar es absurdo
y una pérdida de tiempo y de fe; es malgastar la esperanza.
El blog me ha ofrecido reflejos que olvidé últimamente ¿Por
qué se repiten los sentimientos con personas tan diferentes?
Al conocerte
pensé
regalarte un " voy a hacerte feliz ";
diseñé mil redes dónde atraparte
mil trampas para poseerte,
imaginé tu cabello naufragante
entre mi lujuria desafiante y
mis labios generosos
calibrando las medidas de tus besos
destilando tu dulce sonrisa,
bebiéndome tu arrogante deseo.
Conociéndote pensaba
en mis cientos de batallas,
en las cimbreantes dudas arrancadas
de estériles lides casi olvidadas,
añorando victorias pasadas
llorando aún agrias derrotas
maldiciendo abyectas despedidas
cicatrizando inventadas heridas.
Conociéndome pienso
"no voy a hacerte infeliz";
retiro el fuego, plego armas,
fue esa mirada angelical
ávida de amor, no más...
el porqué de este adiós tierno;
retomo las espinadas riendas
de oscuros caminos
de crueles ansias permitidas
en mi infierno custodiadas.
regalarte un " voy a hacerte feliz ";
diseñé mil redes dónde atraparte
mil trampas para poseerte,
imaginé tu cabello naufragante
entre mi lujuria desafiante y
mis labios generosos
calibrando las medidas de tus besos
destilando tu dulce sonrisa,
bebiéndome tu arrogante deseo.
Conociéndote pensaba
en mis cientos de batallas,
en las cimbreantes dudas arrancadas
de estériles lides casi olvidadas,
añorando victorias pasadas
llorando aún agrias derrotas
maldiciendo abyectas despedidas
cicatrizando inventadas heridas.
Conociéndome pienso
"no voy a hacerte infeliz";
retiro el fuego, plego armas,
fue esa mirada angelical
ávida de amor, no más...
el porqué de este adiós tierno;
retomo las espinadas riendas
de oscuros caminos
de crueles ansias permitidas
en mi infierno custodiadas.
Todo lo que deseo
encontrar fuera de mí no es más que un
reflejo ausente de mi alma.
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