¿Y ahora...qué?


Cruzado el ecuador de mis vacaciones milimétricamente planificadas desde hace meses, se vislumbran cambios que se realicen o no, me las van a remover.
Entras como en juego a tratar de no quedarte atrás, no rajarte, ser más arriesgada sin saber si eres el ratón o el gato, mareada por el vértigo que te produce la ansiedad de rozar "el rayo verde". Siempre he tenido la certeza de que somos nosotros mismos quienes creamos en la person elegida las virtudes que nos seducen y por ello, tras desembalar lenta ó rápidamente el regalito en cuestión, nos estrellamos al descubrir que el ser proyectado no existe más que en nuestra imaginación. 
Culpar a la otra persona de no ser quien anhelamos y necesitamos sólo indica lo absurdos y cobardes que somos por pretender un amor a medida sin apostar por ella y lo que realmente tiene que ofrecernos.

Se avecinan días de vinos y cosas....











Si en tu poder y fuerza confiaste, de ahora en adelante desconfía: era mi amor el que te permitía triunfar en la batalla en que triunfaste. (A.Gala)

Comentarios

Carmen Arnaiz Verdera ha dicho que…
El vino embriaga a veces tanto que nos hace ver en el otro, las cosas de las que carece, cosas pueden ser virtudes o defectos. Besos
Melita ha dicho que…
Sí. No se debe compartir el vino con cualquiera.