Huir (saltando vallas) es de cobardes

 
 
y aplaudir encima, de gilones e irresponsables.
 
Que la abuela alcaldesa se emocione y aplauda cuando  extranjeros salten fronteras para conquistar países en vez de asaltar sus propios gobiernos e imponer el bienestar allí donde lo necesita, sólo indica la catadura moral y ética de quien blinda su casa para que no le roben o le ocupen.
Creo que sería apropiado para afianzar sus gestos y sus hipócritas palabras que abriese las puertas de sus casa y que cada necesitado hiciera uso de ella.
 
Vivir sin dar ejemplo, la demagogia de cortos de mente y largas lenguas es la etiqueta de los nuevos políticos.
 
Hasta ahora, me he sentido orgullosa de mi país; también me siento orgullosa de mi familia, de mis amigos...de saber cuidarme, contribuir con mi trabajo e impuestos, no ser una carga social. Que traten de destruír el bienestar conseguido, a pesar de tanta corrupción, estos elementos que no respetan ni su origen, ni su lengua, ni su bandera, ni sus fronteras como la abuela alcaldesa y encima alguien los apoye me entristece enormemente porque pretenden permitir que quienes no se rebelan, ni luchan, ni mueren por los suyos lleguen a cambiar nuestro estilo de vida después de tantos y tantos siglos de esfuerzo.
 
Pon en orden tu casa primero y quizás después te invite a visitarme.
 
 
 

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