Tengo exactamente 63 amigos en facebook, y no todos
personas; el caso es que alucino que un tío con 880 entre en el muro de mi
primo con 530 amigos a hacerle un comentario sobre una noticia que mi primo
desaprueba por sus creencias religiosas: la profanación de unas hostias
consagradas.
La relahìla de respuestas a su chulería por parte del frente
familiar ha sido la esperada y aún no ha terminado.
Yo no voy a la casa de
nadie a insultarle ni permitiría que me insultaran en la mía.
No todo el mundo vale; abrimos nuestra privacidad con
demasiada “alegría” a personajes tóxicos que sólo buscan la provocación y el
daño. ¿Es realmente feliz esa gente que viene a meternos el dedo en la llaga?
Por eso mi facebook es cortito y por eso no contesto ni a
todos los e-mails ni a todos los whatsapp.
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