Pasado el ecuador del año parece que de nuevo este se vuelve
tan dulce como al principio. No tenemos que obsesionarnos por solucionar
problemas que no son nuestros: problema
ignorado = problema solucionado.
El verano nunca ha sido mi estación favorita pero este año
el mes de Julio está siendo tan gratificante que si tuviera un hijo le pondría
ese nombre. Es como si me hubieran rescatado de un agujero oscuro y húmedo para
llevarme al paraíso. Creo que muchas de las cosas desagradables que me pasan es
por ser buena persona y creer en gente que no merecen el más mínimo de
confianza ni la más mínima atención. Menos mal que soy prudente. Un sexto sentido me ha hecho reaccionar a tiempo y elegir con la cabeza y el corazón que por fín se pusieron de acuerdo.
Faltan tres días para mi cumple y sé que tendré a mi lado a
toda la gente que me quiere y que quiero; no faltará nadie pues la vida me ha
regalado una segunda oportunidad que pienso aprovechar y ojalá me dure el resto
del siglo.
Comentarios