Entre bodas y funerales

 
Este caluroso mes de Julio me trae de todo; momentos agridulces, duros unos y otros de alegría y felicidad.
Llega un tiempo en el que irremediablemente la gente importante de mi vida empieza a desaparecer, es ley de vida y aunque la tristeza haya formado parte estas semanas de mí tengo que ser fuerte y entender que nada ni nadie es para siempre.
Por fortuna y para consuelo este mes acaba muy dulce, con encuentros de amistad que me hacen ver el mundo con ilusión y esperanza. Cuando ves la cara de felicidad de tu mejor amigo al casarse y de como al día siguiente te llama antes de partir en viaje de novios para darte las gracias por haber estado a su lado con total sinceridad, te llena de orgullo y alegría.
En la vida intentas ir sembrando buenas acciones y como dice la parábola de San Marcos, unas veces la semilla cae en terreno pedregoso, otras entre espinos pero...alguna en buena tierra y termina dando sus frutos. ¡Qué grande es la amistad! Merece la pena el insistir en la siembra y no decaer si no se obtienen los frutos deseados siempre. Ayer fue un día grande pues me reencontré con otra gran amiga y las dos horas que pasamos juntas tomando café y poniéndonos al día son para enmarcarlas.
La perseverancia y el trabajo siempre tienen que ser la mejor opción para conseguir nuestro deseos; rendirse es de cobardes.
Hoy doy gracias a Dios porque soy una privilegiada, con mis cosas buenas y malas, con mis defectos y mis virtudes. Soy así.

Comentarios

Carmen Arnaiz Verdera ha dicho que…
¡Hola!
Cierto, quien siembra bueno, recoge igual. A mi me ha ayudado el tiempo, el transcurrido, para poder apreciar quien verdaderamente es amigo. Tengo pocos, muy pocos y tengo que cuidarlos mejor y tu te
encuentras entre ellos. Gracias.
Carmen
Anónimo ha dicho que…
¡En tres días vacaciones!Recuerda que el café no es bueno para tí.