Clandestinidad

 
Durillo vivir las verdades a escondidas. Ingrata labor, sí. Cuando vas creciendo lo haces con la certeza de que vas a mejorar; aprendes a vivir con las dificultades y problemas con la esperanza de que en el futuro serán puras anécdotas para contar a tu sobri-nieta a la que dejarás en herencia un enorme y práctico manual de supervivencia emocional. ¡ Y una mierda!.
 
La de veces que he tenido que replegar velas e irme con la música a otra parte...No es que siempre tropiece en la misma piedra, no, es que como ya he dicho muchas veces, mi camino se compone de una hilera de piedras cada cual más gorda pero imagino que como es ese y no otro mi camino, no me queda más remedio que continuar haciéndome a cada pedrada la sorprendida.
 
Me gustaría protocolizar mi vida aunque terminara en bucle y así poder verla de una manera más objetiva y es que desde dentro estoy segura que mi vida no se ve igual que si tuviera la oportunidad de verla desde fuera. No me queda mucha (vida ) o por lo menos no tanta como la vivida para no dejar de preguntarme si toda mi existencia la voy a pasar en clandestinidad sentimental.
 
Joder...¡que ya tengo una edad!


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Todo llegará, te lo prometo.
Un guiño de ojos para ti.
Anónimo ha dicho que…
Siempre encuentras la canción para cada momento
Carmen Arnaiz Verdera ha dicho que…
Todos somos clandestinos en algo o nos sentimos así.
Yo siempre recuerdo a un amigo que ante cualquier planteamiento
que se le presentaba decía - vamos a procesarlo-.
Lo apliqué y lo aplico en mi vida y me va mejor, incluso
en eso de la clandestinidad, que a fin de cuentas es un modo
de vida.
Besos
Carmen