Saber elegir

 
 
No podía imaginar hasta dónde llegaría el león come gambas. Vergüenza ajena pasé al ver la caña que le dieron en Masterchef al pobre aprendiz de médico.
Lo primero que pensé es que el pobre muchacho no tenía culpa de nada y que los famosillos cocineros deberían de flagelarse por haberla cagado tan gorda. Acusar al muchacho de falta de respeto hacia ellos y, sobretodo, hacia  los miles de aspirantes que quedaron fuera es no es más que un claro ejemplo de los errores que se cometen al elegir. ¿Quién es más culpable aquí? ¿El chaval espontáneo o los seleccionadores? La falta de respeto la tuvo el programa que quizás seleccionó a este muchacho con otras intenciones sabiendo que su recorrido entre fogones no llegaría demasiado lejos.
Elegir requiere inteligencia y responsabilidad además de saber ser consecuentes sin echar balones fuera cuando se falla. Elegir bien es un privilegio que no siempre está al alcance de todos...¿cuántas cosas nos gustaría poder elegir? Si ya entramos en lo que es elegir a personas, nuestra propia vida está llena de errores. Recordar esos amigos que fallaron, esos amores que no llegaron a ser eternos, esos compañeros que no nos ayudaron, debería de ser un ejercicio de autocrítica pues no eran ellos sino nosotros los que no supimos ver el corto recorrido de nuestra elección.
 
 
 
 
 
 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
En algunos casos no siempre se puede elegir con la cabeza pues el corazón también pelea en las elecciones más importantes. Primero deberíamos acertar con qué elegir.
Carmen Arnaiz Verdera ha dicho que…
Carmen ¡hola!
Yo creo que siempre podemos elegir, otra cosa es la mala o buena elección que hagamos, que a veces no se puede decir que sea una cosa u otra, puede ser una elección circunstancial.
Un beso
Carmen