Anoche me dormí acunada en tu
pregunta ¿Eres feliz? Dicen que no está bien preguntarle a una mujer la edad y
pienso que tu pregunta no es correcta ni apropiada para nadie porque está mal planteada.
Pregúntame si soy infeliz y mi respuesta será clara y precisa: no. No me
preguntes nunca si soy rica, guapa o
inteligente pues requieren una respuesta que quedaría muy lejos de la verdad.
Me he pasado la vida intentando
crear un futuro de felicidad y satisfacción sin darme cuenta que la felicidad
la llevo dentro, justo en la medida que necesito. Echo la vista atrás y
recuerdo mis años de niña y adolescente donde conseguir la felicidad era un
reto romántico que agriaba mi carácter. Ahora sé que no era infeliz a pesar de
mi rebeldía y mi lucha constante que sólo servía para hacer daño a los demás.
¿Por qué nos complicamos tanto? La felicidad no está nunca fuera de nosotros,
no hay que buscarla sino vivirla con la humildad suficiente para entender que
ningún sentimiento, ninguno, nos viene de fuera.
En mayor o menor medida según los
dones de cada uno, hay que saber gestionar el capital que llevamos dentro. De
nuestro potencial total, podremos explotar más o menos los % de cada don que
poseemos y la virtud será encajar en las personas que se acercan a nuestra vida los porcentajes de felicidad, de amor, de
compasión, de dolor, de amistad, etc.. para hacerlos y hacernos mejores.
Yo no soy infeliz y sólo te puedo prometer, que no te haré infeliz.
Comentarios
Cierto, esa es la pregunta correcta. Me ha gustado sobremanera esta reflexión que haces, ese interiorizar. De algo sirve ir andando con los años, nos va haciendo un poco mas sabios
(a algunos, porque a otros los vuelve estúpidos). Es valorar lo que se tiene y con lo que se tiene (como bien dices) no ser infeliz. Te aplaudo amiga y te dejo un beso, de esos que dejan huella (o eso me gusta pensar a mi).