De vez en cuando, con la gente
que acabo de conocer presumo de que empecé a andar cuando sólo tenía 6
meses y claro, sorprende muchísimo y
casi nadie se lo cree. Yo insisto y la razón que daba explicación a tanta
precocidad es que de pequeña nadie quería cogerme en brazos y tuve que buscarme
la vida.
En mi familia nunca hemos sido
cariñosos, no recuerdo haberle dicho nunca ni a mis padres ni a mis hermanos
que los quería; ellos tampoco a mí. Esa manera de ser no nos dejaba establecer vínculos
emocionales con el resto de la familiares, abuelos, tíos, primos, etc..y la única
etapa de cierta armonía fue cuando mis abuelos nos juntaban en Navidad en su
casa. Para mí era un acontecimiento super especial porque veía a algunos de mis
primos al menos una vez al año y eso que la mayoría vivíamos en el mismo pueblo.
La muerte de mi abuelo, el patriarca, hizo que nos alejáramos aún más e incluso
enfrentáramos por temas tan recurrentes como el patrimonio.
Después de morir el último de los
hermanos, los que nos alejaban, los primos hemos empezado a reencontrarnos y a
conocernos. Ayer fue un gran día, en muchos sentidos y por varios motivos, de
esos que se quedan grabados en la memoria minuto a minuto; el destino quiso
poner frente a mí a personas muy importantes que deberían formar parte de mi
vida y que a penas nos conocíamos.
Ayer recuperé parte de una vida que no he
vivido.
Comentarios
Y yo me alegro por ti ¿verdad que
nunca es tarde?. Me gusta ese arranque de sinceridad, muchos no
pueden presumir de ello, igual que presumes tu de tu precocidad al dar tus primeros pasos (que yo me la creo), ¿por qué no?. Prueba, no tienes que decirlo todos los días - te quiero- enriquece un poco mas el espíritu, y creo que de ello puedes presumir también, tienes un corazón bondadoso.
Besos.