Creo que estoy en la etapa más relajada de mi vida, quizás en la cúspide de la pirámide de Maslow, y eso hace que sea feliz, así, simplemente feliz. No tengo cosas pendientes por ahí y aunque la gente que quiero esté amenazada por la edad y enfermedades terribles , eso mismo me hace valorar lo que tengo, principalmente la salud y por ello desde hace tiempo decidí cuidarme.
Físicamente me encuentro fenomenal y el exceso de endorfinas me tiene todo el día enchufada a una especie de optimismo vital que arrastra todos mis sentimos. Supongo que no es más que una ferviente actitud al reconocimiento de que las cosas sencillas nos desvelan los mayores secretos.
No tengo planes para mañana ni para pasado, sólo sé que cada día que despierto es un acto de reconciliación conmigo misma.
Bueno, no tenía bastante con el padel y el tenis que me he metido a golfista ahora que los calores aprietan y por consejo del médico de empresa que temía una baja laboral. El green-fee se lo facturaré a él.
Comentarios
Y lo que te faltaba era el golf. Si es que te apuntas a un bombarDEOOO.
Pórtate bien en verano.
Im
La culpa será de LAS ENDORFINAS....digo yo...pero para un poco: El deporte es altamente adictico.
un saludo
Nieves