Esta noche no sé porqué, me ha dado por releer los dos primeros años de mi blog.
Me ha invadido la melancolía porque no me reconocía en muchas de las cosas escritas y no porque no me agradaran: simplemente me han sorprendido. ¿Tan contundente era yo antes?.
Supongo que los nuevos esquemas mentales, las prioridades del día a día, el cansancio de la edad y la falta de esperanza nos cambian de tal modo que no sabemos reconocer la huella que en el camino de la vida dejamos una vez.
Creo cada vez más que el ser humano es un ser hueco; un ser que no reconoce ni su voz, que no ve lo que queda detrás de sus ojos y divide el mundo en dos fases: él y lo que no es él.
Por otra parte no está mal ir cambiando porque eso es al final lo que nos diferencia de los demás, el no coincidir continuamente con los millones de clones que tenemos por el mundo ya que al menos no siempre coincidirán en el tiempo.
Me ha gustado recordar algunas amistades que se quedaron perdidas entre los comentarios de esos dos primeros años. ¡ays!
Comentarios
:)
Jei, ya tengo una edad que, no sé cómo explicarlo, acaba de darse cuenta de ese punto de inflexión.La aceleración de esta pendiente hacia abajo me está convirtiendo en una melancólica feliz.
Un beso.
otro beso para ti.
es como una despersonalización y una desrealización inestablemente estable que te pone a veces en un lugar confuso y otras en una realidad aplastante........
besos.
nieves