Guiño onanista

La mano sosegada
sestea adormecida y callada
la quietud de esta tarde pausada.
Rinde cuentas atrasadas
a insomnios traviesos y desbocados,
en locos sueños dibujados
sobre el lienzo maculado
de mi lecho alborotado.
Leve, el cálido viento
a mi ventana inquieto asoma,
juguetea pueril, insolente llama
y huye y asoma y retrocede
escondiendo sus intenciones
tras visillos volubles e inocentes.
No quiero que escape la noche,
no deseo que sin llamar regrese,
quisiera tenerte en mis brazos dormida
desearía que volvieras a enloquecerme.

Comentarios

maruja de pro ha dicho que…
jajajaja, ha llegado el verano? felicidades !!
Anónimo ha dicho que…
¿ quién escribe tan bellas palabras ?
un saludo.
nieves
Melita ha dicho que…
Maruja.......que nos vemos ya!!

Nieves, si no cito a nadie es que es de cosecha propia.