Hasta hace un rato no había visto las imàgenes del joven de Lazcano destrozando la herriko taberna del pueblo tras el ataque a la sede del PSE sobre la que vivía.Impresionante. Es la imagen del basta ya con hartazgo, del límite de la razón humana. Tras ver su hogar dañado, atacado y vulnerada su libertad ha sido "reseñalado" como objetivo de la izquierda abertzale que encima ha convocado una manifestación esta tarde en su contra. Los verdugos protestan. El que tiene sangre en las venas allá es fascista: "Eraso faxistarik ez! Demokrazia orain!"
Ojalá surgieran más Emilios con mazos en las calles vascas, a cara descubierta: ya tengo un ídolo.
Comentarios
Un saludo.
¿ y esa cañita melita ?
Nieves