Como hoy andaba pachucha y no me apetecía leer el libro que me acaba de regalar mi último amor platónico, "Drácula" de Bram Stoker he dedicado la tarde a compartir una tableta de chocolate con un vídeo en plan melancólico.
A pesar de considerarme verdista y teniendo a mano casi toda la obra de Verdi me he decantado por Turandot de Puccini.
Turandot es el nombre de una princesa orgullosa y sanguinaria que satisface su ego degollando príncipes que la desean. Algo extraño y adictivo tiene que tener el amor para convertirnos en suicidas tan alegremente. Quizas es que realmente sólo somos unos suicidas y usamos el amor como excusa. Sea como sea, cada vez estoy más convencida de que el amor perjudica seriamente la salud
A pesar de considerarme verdista y teniendo a mano casi toda la obra de Verdi me he decantado por Turandot de Puccini.
Turandot es el nombre de una princesa orgullosa y sanguinaria que satisface su ego degollando príncipes que la desean. Algo extraño y adictivo tiene que tener el amor para convertirnos en suicidas tan alegremente. Quizas es que realmente sólo somos unos suicidas y usamos el amor como excusa. Sea como sea, cada vez estoy más convencida de que el amor perjudica seriamente la salud
Comentarios
Mejórate.
Un saludo.
Nieves
Argumentos please.
Peluchita
No utilizo nuestro amor como excusa para nada, ni soy suicida, ni vivo en los mundos de yupi, y mucho menos me perjudica la salud... ¿que funcione para siempre? Eso nunca nadie lo sabe aunque durante todos estos años se afiance el amor aún más, y como en un porcentaje muy elevado depende de que lo cuidemos y reguemos.... ahí estamos! Un amor de verdad, no, insisto, lo que algunas personas denominan "amor" que a veces es preferible que te odien o ignoren, a que te amen así...
Peluchita
¡Qué envídia me das!, más por la actitud que por la posición.
¿Alguna otra quinta pata al gato que quieras encontrar para que te clarifique?
Andaa y cada loco con su tema, Anónimo de las 5,42 pm, tampoco es eso, que lo más importante de mi post no es tampoco lo que dices, más positivismo!
Peluchita