Y no porque vaya yo con cuidado porque....no veas lo incendiaria que soy. Casualmente el viernes hubo hermanamiento sindical y directiva en el bar de siempre hasta que llegué yo y encendí la mecha. LLevaba la peña bebiendo siete horas seguidas según me contaron en un ciclo sin fín de cerveza-vino-copa-cerveza-vino-copa; todos contentísimos, se querían, se lanzaban piropos, se reían y entonces saqué el tema de la última huelga de Navidad y las horas extras del Día de Andalucía. Se acabó el jolgorio. Voces, insultos, pataletas...qué mal beber tienen los políticos, el alcohol les afloja las gomillas de sus caretas.
Pies de plomo porque tengo la sensación de que soy una estatua y no puedo moverme desde hace tiempo. A veces pienso que soy una barca a la deriva que arrojó su ancla sin querer y el horizonte de un incierto mar me disfraza una estela impasible.
Me cuesta hasta meterme aquí y actualizar como Dios manda. Me cuesta ponerme al día en cosas del trabajo y cursos. Me cuesta hasta ponerme una peli de video queriéndola ver desde hace algunas semanas.
Me cuesta hasta el acostarme. Ojalá me crecieran los brazos lo suficiente para llevarme a todos esos sitios a los que necesito ir.
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