Este domingo asistí a misa en un pueblo de Albacete, Almansa. Me asomé a la iglesia con una amiga con la intención de observar su arquitectura y arte. Sorprendía verla casi repleta de fieles en la que destacaba sobretodo la chiquillería; sorprendía ver parejas jóvenes, jóvenes solos, jóvenes con bebés, padres e hijos, inmigrantes que oraban con las palmas de las manos hacia arriba, abuelos con sus nietos....toda una experiencia religiosa.
Ni que decir que había un coro de esos yupiyaya. El sacerdote cuando entramos estaba en plena homilía y parecía un directivo de alguna empresa puntera transmitiendo sus ideas y proyectos desde el pasillo central: hacía equipo para monaguillos, para coristas a los que les exigía dedicación y disciplina. Se ofrecía con el micro en la mano a un equipo que no le perdía de vista: gestor religioso le bauticé yo. No era demasiado joven pues cuando me acerqué a tomar la comunión comprobé que pasaba de los cincuenta; sin duda se dió cuenta que yo no pertenecía a su redil.
Si los sacerdotes de Granada fueran la mitad de buenos que este, las iglesias estarían llenas de jóvenes y familias enteras en vez de beatos.
Al salir y pasear por el pueblo, comprobé que la iglesia no estaba llena por ser la única misa del domingo, en Almansa hay más iglesias y más misas a esas horas pero....este cura es el que más vende. Me encantó.
Pero hablando de familias, hay noticias para todos los gustos y yo hoy he empezado el día sorprendiéndome y sonriendo por el robo de cable en un barrio de mi ciudad: una familia que trabaja también en equipo.
Cambiando de tema, una amiga ha inagurado un grupo de msn:
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Yo