El amor, Bohr y otras cosas de la mecánica cuántica

Desde hace unos días llevo en mi cabeza unos recuerdos de mi libro de Química de 3º de BUP: las teorías atómicas y esas cosas: Rutherford, Thomson....Bohr. Este último habla sobre una nueva visión de ver el átomo, trata de reforzar sus ideas en especial con el átomo de hidrogeno, al separar espectros de energía que no se entendían bien en lo teórico y él propone que el átomo debería visualizarse como un centro masivo, el núcleo; rodeado por electrones que se encuentran girando a través de dicho núcleo masivo en órbitas bien definidas, donde cada una de ellas corresponde a un nivel de energía. Los electrones van saltando en los distintos niveles de energía que rodean al nucleo en esas órbitas.
Cuando un electrón salta a un nivel superior necesita energía y cuando lo hace al inferior desprende esa energía, observable en espectros.
¿ No pasa eso con el amor ?. Las relaciones amorosas son concéntricas, todo gira alrededor del sujeto amado, damos y recibimos, ganamos y perdemos.
El éxito reside en saber aprovechar la "energía" de la que disponemos para movernos en pareja, comprender que administrar los momentos óptimos para dar esos saltos harán que el amor no se agote.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Nefer: Y qué pasa cuándo hay un electrón perezoso?Bohr no estableció una forma de solucionar el problema?
Anónimo ha dicho que…
según estaba diseñado ese modelo, irremediablemente los electrones acababan chocándose con el núcleo y desapareciendo...colapso del sistema :-)
La buena noticia: por eso era imposible su veracidad. Un beso