Acompaño a este 2005 en sus últimas horas agonizantes con la certeza de intuir que pocos años tan positivos como este llegaran a mí. Creo que ha sido uno de los mejores años de mi vida; no podría ponerle ni un pero.
Las cosas me han ido muy bien aunque siempre me esté quejando, es como si mi vida fuera una serie de círculos concéntricos que mantienen separadas diversas facetas o como si viajara encerrada en una botella navegando por el mar: vivo distintas realidades con plena consciencia. Resumiendo, que soy una cascarrabias aséptica.
Me he pasado toda la Navidad resfriada de nuevo y creo que ahora estoy entre una neumonía y una bronquitis por mucho que se ría mi amiga la chapulina y, como le decía, es de juzgado de guardia que no pueda ir directamente a una botica a comprarme unos antibióticos bajo prescripción farmaceútica saltándome al siempre desagradable médico y sin embargo pueda comprar con alevosía y premeditación social un paquete de tabaco que dice que "puede matarme". ¡ Viva Descartes !.
Decir que esta Nochevieja la pasaré muy tranquilita en casa, por primera vez fuera de la casa familiar con sólo la compañía de una persona a la que quiero un montón. Menú sencillo: cigalas, foie, pulpo y cordero lechal. De postre una tartita de "Casa Pasteles" del corazón del Albayzin. No faltarán las uvas y el buen vino, que corra el vino tinto tras el blanco huyendo del champán.
En fín, que en este nuevo año tendré que fumar en los retretes del trabajo como si adolescente me volviera recordando mis años entre las monjas fumando a escondidas y pagaré más por la hipoteca gracias al euríbor, este Febrero traerá también 28 días. Serán sólo 365.
Me acaba de llegar un sms. Era de una compañera del trabajo y me ha alegrado el día; símplemente decía: El año que viene seré más positiva. Mensajes como estos son los que te suben la moral.
Es hora de ir a ver si todo sigue tan controlado como hace media hora. Quiero que esta noche sea perfecta. Desearos a los miles de lectores que tengáis un fín de año inolvidable y que al 2006 lo trateis bien que es nuevo. Besitos.
Las cosas me han ido muy bien aunque siempre me esté quejando, es como si mi vida fuera una serie de círculos concéntricos que mantienen separadas diversas facetas o como si viajara encerrada en una botella navegando por el mar: vivo distintas realidades con plena consciencia. Resumiendo, que soy una cascarrabias aséptica.
Me he pasado toda la Navidad resfriada de nuevo y creo que ahora estoy entre una neumonía y una bronquitis por mucho que se ría mi amiga la chapulina y, como le decía, es de juzgado de guardia que no pueda ir directamente a una botica a comprarme unos antibióticos bajo prescripción farmaceútica saltándome al siempre desagradable médico y sin embargo pueda comprar con alevosía y premeditación social un paquete de tabaco que dice que "puede matarme". ¡ Viva Descartes !.
Decir que esta Nochevieja la pasaré muy tranquilita en casa, por primera vez fuera de la casa familiar con sólo la compañía de una persona a la que quiero un montón. Menú sencillo: cigalas, foie, pulpo y cordero lechal. De postre una tartita de "Casa Pasteles" del corazón del Albayzin. No faltarán las uvas y el buen vino, que corra el vino tinto tras el blanco huyendo del champán.
En fín, que en este nuevo año tendré que fumar en los retretes del trabajo como si adolescente me volviera recordando mis años entre las monjas fumando a escondidas y pagaré más por la hipoteca gracias al euríbor, este Febrero traerá también 28 días. Serán sólo 365.
Me acaba de llegar un sms. Era de una compañera del trabajo y me ha alegrado el día; símplemente decía: El año que viene seré más positiva. Mensajes como estos son los que te suben la moral.
Es hora de ir a ver si todo sigue tan controlado como hace media hora. Quiero que esta noche sea perfecta. Desearos a los miles de lectores que tengáis un fín de año inolvidable y que al 2006 lo trateis bien que es nuevo. Besitos.
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