Vacaciones, al final llegaron.

Estoy agotada, pensé que no llegaría este día. Puede que sea la edad que empieza a pesar como una losa de plomo condensado pero ningún año he llegado a estas fechas tan cansada. Como dice mi amiga Marisol "el año nuevo" empieza al volver una de sus vacaciones así que ahora puedo hacer balance de este, mi año que acaba, y hacer planes para el que empezará con el único fín de incumplirlos. Ya tengo la casa prácticamente montada a la espera de que aproveche parte de mis días libres para elegir las cortinas, dos lámparas, una mesa para el teléfono y que al fín me traigan la mampara de la ducha que encargué hace 5 meses; repito: 5 meses. Afortunadamente el piso de abajo está deshabitado y por eso aún nadie ha subido a quejarse de las goteras.Por cierto, esto me recuerda que tengo que hacer el seguro de "contenido" porque el de "continente" ya se ha encargado de hacerlo el banco para proteger su mitad de la cocina, su mitad del baño, su mitad del salón y un dormitorio y medio que le corresponden. Vamos, que mi vínculo con el DB ( entiéndase Deutsche Bank ) es más fuerte que un matrimonio en régimen de gananciales.
Para la vuelta no tengo pensado dejar de fumar; sólo me faltaba que lo prohíban en todos sitios para quitarme de la cabeza el dejarlo y así cuando tengan que encamarme en el hospital entrar con la cabeza bien alta como una de sus más fieles contribuyentes. No es rentable que la gente sea tan sana, eso de salir a correr todos los días, no beber, no fumar, la dieta equilibrada, pilates.......no es productivo para las arcas estatales pues al final también acaban en el hospital sin haber contribuído a su sostenimiento económico.
Sólo haré un propósito y es el de la lectura. Yo que de joven he llegado a leer hasta 40 libros anuales, hecho que he de agradacer a mis padres pues me encerraban para que estudiara, llevo un tiempo en el que como mucho ha caído un libro mensual. Retomaré el vicio estos días y prometo culturizarme en el contexto actual.
Mientras llega el momento me dedicaré a descansar y a descansar. Este año viajaré lo justo: semana gastronómica en Sanlúcar y semana cinematográfica catalana en mi querido Sitges.
Ah, y kedada entre medias.
En fín, que me voy a seguir haciendo la maleta.

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