Retroinmigracion estival

Algunas carreteras de aquí del sur acostumbradas a poco tránsito están siendo esta semana abarrotadas por el éxodo básicamente magrebí hacia sus casas de origen.
Mientras adelanto observo de reojo los vehículos y reconozco que son auténticos malabaristas para poder colocar todo lo que colocan sobre las bacas ( objeto que prácticamente creía perdido de la fisonomía automovilística ) y que no se caiga nada con la velocidad que llevan algunos. Difícil por no decir imposible y apostarme de paso un choto a quien acepte el reto ver a una mujer conduciendo. Eso sí, niños, muchos niños de todas las edades dentro de ellos y al parar en la gasolinera de turno tengo la oportunidad de observarlos más de cerca y escrutar parte de su alma a través de sus miradas. ¿ Cómo definirlos ? Serios, expectantes, curiosos, cansados y con la ilusión de ir, quizás algunos de estos nenes, a ver por primera vez a sus abuelos.
Imagino el momento en que esos buenos coches entre en las aldeas y provoquen la admiración y envidia de sus habitantes. ¿ Quién no va a soñar entonces con Europa ?.
Me provoca alegría esta retroinmigración estival, ver la felicidad y el orgullo pasear por nuestras carreteras . Buen viaje.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Pues no se que decirte...yo casi me mato por un desaprensivo que iba a 40 de velocidad subiendo una cuesta...y no solo yo...yo pege el frenazo y los de detras se salieron de la autovia, otros adelantaron viendo el panorama...¿son seguros?
maría