¿ Y ahora qué ?

Pues va a ser que sí.
Cuando se va a velocidades de vértigo por esto de la vida te encuentras con la mala suerte de que si no te estrellas al volante de algunos de tus sueños te ves de nuevo en la línea de salida pero con algunos años y kilos más.
La vida no es más que una carrera sin meta en la que malgastamos las energías sin más dirección que la marcada por por nuestro agentes genéticos que sólo se preocupan por nuestra supervivencia.
Me dan ganas de dar media vuelta y comerme a toda esa gente que he ido dejando atrás y estrellarme contra los que no me han dejado adelantar. No quiero ser una pieza más de este circuito.
En la próxima salida a boxes me bajo para siempre.

Comentarios