Ojalá no existiera el mes de Agosto. Hace unos cuantos de años que no me traen nada bueno y sí mucho calor, al cual voy esquivando con demasiados kilómetros que siempre me dejan en la puerta del hospital. Echo la vista atrás y divido las décadas de mi vida en acontecimientos sociales y familiares que han ido pasando por fases de bodas, bautizos, comuniones y funerales. Ya estoy en esta última y van cayendo poco a poco pues están en una horquilla de edad que en cinco años me dejarán huérfana de tíos.
Hace dos semanas que tuve la ocasión de confesarme en un pueblecito gaditano en el que di con un sacerdote muy reconfortante. Hacía años y años que no me confesaba pero cada vez tengo más necesidad de recogimiento y oración. Como en mi caso no debo secreto de confesión puedo contarlo aquí. Le dije que estaba muy cansada, no sólo físicamente. Un cansancio de vida, de hartura de despertar cada día y no saber decir que no. La vida se me está alargando más de lo que esperaba y le explicaba que ya estaba preparada para partir. Me entendió y me dio la absolución. Me sentó bien.
Ayer disfruté mucho con el fútbol y el tenis. Me alegré especialmente por el entrenador porque ha debido de pasar un calvario este último año viéndose despreciado por parte del vestuario. Un equipo masculino hubiese sido más sutil y con tres partidos seguidos perdiendo lo hubieran puesto en la calle sin ningún motín innecesario. El tiempo es sabio y pone a cada cual en su sitio. Los caprichos tienen eso, te dejan sin el título. Las nuevas generaciones tienen la piel muy fina y se creen con derecho a mandar sobre todas las cosas. Que se prepare el Barca femenino, tonterías de inmaduras como esas han acabado con su hegemonía.
Acabé la madrugada disfrutando del triunfo de Nole aunque yo iba con Carlitos. Esto no me cegaba para reconocer que es el mejor tenista de todos los tiempos. Cuánta cabeza y sacrificio!! Dieciséis años de diferencia que sólo sirven para marcar el camino. Difícil será superarle. En fin, lo poco bueno que me deja el mes disfrutar. Ya sólo quedan diez días.
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Mil besos