La verdad es que pensaba escribir sobre otras cosillas que me surgieron este finde pero nada más ojear algo de prensa hace unos minutos, he cuadrado el círculo económico de este gobierno tan espléndido.
Imagino que su plan se basa en una ley química de Antoine Lavoisier, esa que dice “la materia ni se crea ni se destruye, solo se transforma”. Resulta que el gobierno socialcomunista pretende que gran parte de la sociedad pague impuestos por todo y cada día más, para dotar de dinero a una clase exclusivamente consumidora (entre ellos, la cada vez más numerosa clase política que no ha dado un palo al agua en su vida) y que haga circular ese dinero. A ver cómo lo explico: el tendero, o el panadero, el dependiente, el carpintero, o el del bar de la esquina producen unos beneficios de los cuales tienen que dar buena parte a un grupo de consumidores que en su mayoría no producen nada para que acudan a esos mismos negocios a consumir. Centrémonos en el panadero que se levanta de noche a elaborar pan, compra harina, paga una bestialidad de luz, autónomos, con suerte algún trabajador, alquiler, etc.. Y con el dinero de esos impuestos otro individuo nada productivo le compra el pan que él hace con su mismo dinero. Son unos genios, porque según Podemos, para el 2030 (acabo de leerlo) solo se trabajaran 30 horas a la semana (eso sí, los que siempre trabajan) y el SMI será de más de 1500 euros. Imagino que tendremos que elevarlos a los altares por tan maravillosas previsiones cuando se cumplan ya que ahora, la gente aunque trabaje es cada vez más pobre trabajando sólo para vivir. Habrá que trabajar más, para ganar más, para dárselo al que no trabaja ni produzca para que consuma al menos y estemos todos entretenidos con la nueva economía circular que se han sacado de la manga. ¡Que rule la pasta!
Creo que me van a subir el sueldo un 2% y ya me gustaría que me bajaran ese mismo porcentaje y no tener que ver los precios en cualquier producto básico con la subida que le han dado del 10-15% en el menor de los casos, como puede ser el pan de cuarto que antes costaba 65 cts. y ayer pagué a 70 cts. Ve a comprar cualquier cosa al supermercado, ve a llenar el depósito del coche, pregunta porqué hasta los chinos están cerrando ya que el coste de los contenedores se les ha multiplicado por cien y ya no pueden ser las cosas “todo a cien” ni a un euro. Aún no somos conscientes del desabastecimiento que se va a producir con tantas leyes absurdas con las que maniatan la producción mundial aunque ya nos estén avisando poco a poco de sus consecuencias. aunque estos vividores de la política nos dibujen un horizonte de color de rosa. Nos someten a ideologías absurdas y perversas entretanto, para despistarnos como el buenismo que promueven sin pudor alguno. Tanto que criticaban el tallibanismo que destrozaba ciudades y culturas históricas, pretenden que juzguemos la historia con más barbarie tal y como ocurre con todo lo que huele a hispanidad arramblando cualquier escultura o símbolo de siglos atrás. ¿Pedir perdón España por llegar al continente americano en 1492? ¿Tan tontos somos? Parece que sí. Hasta el Papa nos ha salido rana. Mal negocio si la competitividad y el progreso está tan mal visto.
En eso estamos. Cada día me declaro más afín a Ayn Rand. Todo se verá.
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Mil besos