Semana realmente aciaga la pasada, donde la única alegría me la ha proporcionado el papa Francisco que, lejos de sucumbir al encantador de serpientes ( yo temía este encuentro pues tenemos un papa de izquierdas que, desde el punto de vista económico y social, es lo correcto según se deduce de las Sagradas Escrituras ) le ha dado unas buenas collejas para que saliera del Vaticano con el rabo entre las piernas aunque no se le notara y es una pena que este año no haya premios Goya porque nadie le cuestionaría como mejor actor a este adonis pero por algo, el Vaticano es el estado con más tablas del mundo y por el que pasan más demonios. Eso sí, pocas cruces va a dejar en pie en España después de esto el doctor No pues, hay que reconocerle un carácter polarizado, vengativo y agradecido a destajo, sin término medio como correspondería a un político flexible y honesto capaz de buscar el bien común y no servil a su vanidad y a los que le mantienen en Moncloa. Bien ha pagado a quienes se saltaron la disciplina de voto cuando tuvo que abandonar el Congreso y bien pagó a quienes subvencionaron su campaña cruzando España como su muy leal lastre, digo Lastra. Se vengó de quienes no le votaron abrazándose a la izquierda más perversa y dañina para este país que es España como castigo por no reconocerle como un ser divino.
Creo que esa buena suerte que dicen le acompaña, ha empezado a esquivarle poco a poco agriándole el carácter y la incógnita es, si será capaz de asumir de una vez lo limitadito que es, exceptuando la elección de un asesor Redondo, ( a saber realmente quién eligió a quién) y la poca capacidad resolutiva que posee para buscar soluciones reales a dolorosos problemas reales. No puede pretender perpetuarse en el poder a costa de la memoria histórica, desenterrando y enterrando a capricho sin gestionar un país al que le pintan bastos para más de un lustro según vaticinan y la posibilidad de colapsar los cementerios en tiempo record. Ahora pretende hacer y deshacer a su antojo declarando un estado de alarma larguísimo que le dé más poderes de los que tuvo el caudillo. El doctor No ya era un peligro antes de la pandemia, seamos justos.
De los acontecimientos
parlamentarios de la semana reconozco que el andaluz me dejó muy buen sabor de
boca por el tono tan conciliador y diplomático de Juanma Moreno, chapeau. La moción de censura sin embargo me pareció amarga
a la vez que innecesaria por su inutilidad a priori. No me gustó el no del PP, nada.
No me hubiera gustado tampoco el sí porque era estrellarse en un absurdo arrastrado
por Vox que en este momento no servía
para nada. Vox me agrada en muchas cosas, en otras no pero ahí lo tengo como
opción y por eso, ese no, no. Casado debería recapacitar si es normal votar lo mismo
que Podemos y Bildu. ¿No era más inteligente y leal con todos los votantes de
su partido abstenerse? ¿De verdad ha salido Casado fortalecido? Para mí que en
este baño le han robado parte del traje.
No veo ningún motivo para ser optimista a corto y medio plazo porque en el horizonte político sólo se vislumbran cantamañanas y, por eso, he decidido respirar y quitarme la mascarilla virtual que asfixia más que la quirúrgica, declararme en rebeldía con el estado de alarma, el toque de queda y el confinamiento perimetral en el que me hallo. Mañana me voy unos días a buscarme, a disfrutar del mar, a querer y a quererme y , que sea lo que Dios quiera como hizo alguien no hace mucho tiempo por mí.
Comentarios
Tq
Y sí, escápate...total, de perdidos.
Un abrazo
N
Mil besos.