Ahora mismo ni recuerdo de qué era el anuncio que ví ayer. Recuerdo la voz en off describiendo el significado de este síndrome; pensé que era broma ( cada día soy más inculta ) pero hace unos minutos he intentado comprobar si existía o no.
Pues sí, y existe desde hace muchos años, exáctamente desde que Stendhal ( uno de mis escritores favoritos ) autor entre otros de "Rojo y Negro" o "La cartuja de Parma" en su visita por la bella Florencia desfalleciera al contemplar la iglesia de la Santa Croce. Este síndrome está catalogado, diagnosticado y tratado. Alucinante. Enfermedad producida por la contemplación de belleza.
No me queda después de tan interesante descubrimiento adentrarme en mi memoria y recordar si alguna vez padecí este mal con el alegre hecho de reconocer que soy una enferma crónica. Lo padecí en la Alfama lisboeta aunque achaqué mi estado a las altas temperaturas. Lo sufrí la primera vez que visité Ronda a pesar de que en un principio justifiqué mis mareos a las interminables curvas que la preceden. Sentí mareos al escuchar la 5ª de Mahler. Se me agita el pulso cada vez que visito la Alhambra. Los despertares de la primavera aún me siguen encogiendo el corazón y ..... qué decir del día que la conocí?. La mayor crisis que me ha provocado esta enfermedad; sigo convaleciente.
Pues sí, y existe desde hace muchos años, exáctamente desde que Stendhal ( uno de mis escritores favoritos ) autor entre otros de "Rojo y Negro" o "La cartuja de Parma" en su visita por la bella Florencia desfalleciera al contemplar la iglesia de la Santa Croce. Este síndrome está catalogado, diagnosticado y tratado. Alucinante. Enfermedad producida por la contemplación de belleza.
No me queda después de tan interesante descubrimiento adentrarme en mi memoria y recordar si alguna vez padecí este mal con el alegre hecho de reconocer que soy una enferma crónica. Lo padecí en la Alfama lisboeta aunque achaqué mi estado a las altas temperaturas. Lo sufrí la primera vez que visité Ronda a pesar de que en un principio justifiqué mis mareos a las interminables curvas que la preceden. Sentí mareos al escuchar la 5ª de Mahler. Se me agita el pulso cada vez que visito la Alhambra. Los despertares de la primavera aún me siguen encogiendo el corazón y ..... qué decir del día que la conocí?. La mayor crisis que me ha provocado esta enfermedad; sigo convaleciente.
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