Este es un plato muy típico que todo el mundo dice que le sale muy bueno de sabor pero al que igualmente no consiguen darle un inmaculado aspecto. ¡¡ Con lo fácil que es !!
La primera y única recomendación para conseguir que los boquerones alcancen un color blanco puro y natural ( sin colorantes ) es que estos sean grandes y fresquísimos por lo cual descartaremos las pescaderías de los grandes centros comerciales para su adquisición.
Por supuesto queda prohibído que sea el mismo pescadero el que los limpie pues a partir de ese momento se anula cualquier probabilidad de conseguir los óptimos resultados. Tras la compra de estos procederemos inmediatamente a limpiarlos poniendo en el fregadero un cazo con agua donde los iremos arrojando tras abrirlos y quitarles la raspa y así evitaremos que la sangre se le seque en los lomos. La clave está en limpiarlos una y otra vez hasta dejarlos transparentes, sin gota de sangre ( esta hace que a los cocinitas les salgan oscuros ). Tras dejarlos límpios como los chorros de oro solo falta dejarlos en un recipiente con un 40% de vinagre y un 60 % de agua con la sal a nuestro gusto durante un par de horas que es más que tiempo suficiente para que estos se cuezan y estén listos para escurrir muy muy bien y colocarlos en una fuente aliñados con ajo picado y perejil bajo una generosa capa del mejor aceite de oliva. Ya está.
Espero vuestros resultados.
La primera y única recomendación para conseguir que los boquerones alcancen un color blanco puro y natural ( sin colorantes ) es que estos sean grandes y fresquísimos por lo cual descartaremos las pescaderías de los grandes centros comerciales para su adquisición.
Por supuesto queda prohibído que sea el mismo pescadero el que los limpie pues a partir de ese momento se anula cualquier probabilidad de conseguir los óptimos resultados. Tras la compra de estos procederemos inmediatamente a limpiarlos poniendo en el fregadero un cazo con agua donde los iremos arrojando tras abrirlos y quitarles la raspa y así evitaremos que la sangre se le seque en los lomos. La clave está en limpiarlos una y otra vez hasta dejarlos transparentes, sin gota de sangre ( esta hace que a los cocinitas les salgan oscuros ). Tras dejarlos límpios como los chorros de oro solo falta dejarlos en un recipiente con un 40% de vinagre y un 60 % de agua con la sal a nuestro gusto durante un par de horas que es más que tiempo suficiente para que estos se cuezan y estén listos para escurrir muy muy bien y colocarlos en una fuente aliñados con ajo picado y perejil bajo una generosa capa del mejor aceite de oliva. Ya está.
Espero vuestros resultados.
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